Los Jones y los Fabelman
He visto muchas veces Indiana
Jones y la última cruzada (1989) pero hace un par de semanas la vi por primera vez después de haber visto la
autobiográfica Los Fabelman (2022), de Steven Spielberg. El director ya
nos ha advertido muchas veces que en cada una de sus películas podemos
encontrar un pedacito de su infancia y, en general, con mayor o menor análisis puedes
encontrar a ese niño entre el celuloide, pero esta claro que en Los Fabelman (que no son otros
que los Spielberg) nos damos de bruces con su infancia entera.
Desvelando algo de esta última
película, en ella Spielberg nos confiesa que en su infancia, su padre, Ingeniero
eléctrico que se volcó en su trabajo para IBM, Apple..., no comprendía ni
apoyaba su pasión por el cine y, además nos explica que durante un largo período
de su vida, Spielberg le culpó de la crisis sentimental entre sus padres. Algo de este reproche puede verse en E.T.,
donde no aparece la cara de ningún adulto a parte de la madre de Elliot hasta
el final de la película, donde el protagonista descubre a alguien que si le
comprende, el científico que finalmente acepta liberar a E.T.
Creo que en la última cruzada hay mucho de esa relación padre –
hijo y me atrevo a decir que es la película de la reconciliación
de Spielberg con su padre. Desde el principio, Indiana nos deja ver que su
padre estaba muy distanciado de él cuando era pequeño: le preocupaba más la búsqueda
del Santo Grial que su propia familia… Era exigente y poco flexible (Recordemos cuando Indiana quiere entrar en el despacho de su padre cuando era adolescente: antes de
hablar, cuenta hasta diez! uno, dos, tres… En Griego!). Ya mayor, cuando Indiana consigue
rescatar a su padre del castillo donde los nazis lo tienen retenido, surge el
clímax de la discusión: Cuando era pequeño no podía entender tu obsesión por el
Grial… Y mamá tampoco!. El padre lo niega, pero confiesa: su madre ocultó la
enfermedad que tenía y cuando la explicó ya era demasiado tarde… Esto es: el
padre, demasiado volcado en el trabajo, es el culpable de que la madre marchara, no escuchó sus problemas, no
quería comprenderla…
En toda la película también hay
algo de como el padre sigue viendo a Indiana como un niño. No le llama por su
nombre, sino Júnior, recalcando que está por debajo de él (sénior). Después de confesiones,
aventuras y un cierto reconocimiento mutuo, la vida lleva a ver a los Jones,
igual que los Fabelman, que la vida no es tan larga y que es mejor poder
perdonarse, aunque sea tarde.
Esto nos lleva al momento final de la reconciliación: Indiana está colgando del precipicio y ve la posibilidad de coger el Grial y poder llevárselo; esto es, poder cometer el mismo error que Elsa cometió anteriormente y dejarse llevar por la codicia cayendo en el abismo…
La imagen final de la película
nos deja ver el resultado de la reconciliación: el padre ya puede cavalgar al
lado de su hijo, la herida está cicatrizando..